maite en La Vuelta de Eva

maite en La Vuelta de Eva

Hoy comienza en Irún la edición 2020 de La Vuelta Ciclista a España, 2.882 kilómetros, divididos en 18 etapas, que tendrán que afrontar los 22 equipos del pelotón.

Pero no serán los ciclistas profesionales los únicos en realizar este duro recorrido, Eva Giménez, Presidenta de ASDENT, recorrerá los kilómetros finales de cada etapa acompañada de ex-profesionales de la talla de Perico Delgado o Joseba Beloki entre otros, con el objetivo de recaudar fondos para la investigación de la Enfermedad de Dent, diagnosticada a su hijo Nacho.

Para este nuevo reto «La Vuelta de Eva» va a contar con la ayuda de diferentes patrocinadores y colaboradores entre los que se encuentran BH Bikes, Supermercados Veritas, Inverse Teams, RockFest Barcelona, Stern Motor y maite-activity.com.

Durante todo el recorrido de La Vuelta, Eva y su equipo disfrutarán de una unidad maite para su descanso y transporte y esta es nuestra forma apoyar esta iniciativa.

¡Ánimo Eva! #todopornacho

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Rutas

Camino de Santiago en una maite

Camino del Norte Cantabria – De Santander a Comillas Camino de Santiago, ese gran reto al que todos antes o después queremos enfrentarnos y probarlo/nos. El año pasado nos lanzamos a la aventura e hicimos nuestras primeras etapas de la manera “convencional”, mochila, albergues y andar y más andar. Este año queríamos un nuevo reto, nos juntamos cuatro amigos con ganas de aventura y decidimos seguir aumentando sellos y etapas en nuestra cartilla de peregrinos pero en una maite durante los días de Semana Santa. El plan se antojaba atractivo pero también con incertidumbre ¿estaremos cómodos? ¿Cómo nos vamos a organizar cuatro personas dentro de una furgoneta? ¿Dónde aparcaremos? Pero todo resultó ser mucho más sencillo y los miedos se fueron en cuanto cargamos las maletas. Sí, sí, ¡maletas! Dejamos la mochila en casa, y con ella, los kilos de peso a la espalda. Primero nos planteamos llevar un coche de apoyo para poder hacer los cuatro cada etapa andando y poder volver a dormir a la maite aparcada en el inicio, es una alternativa viable, pero finalmente nos decantamos por coger taxi de vuelta al final de cada etapa. Entre cuatro, el coste es mínimo y en diez minutos venía a buscarnos donde decidíamos parar. Las mayores ventajas de hacer el Camino con la maite han sido sin duda: El plan es que no hay plan. No es necesario planificar con antelación. Cada día y sobre la marcha decides cuántos kilómetros andar, dónde y con qué vistas dormir… Nuestro espacio. Compartido, pero no con desconocidos como en albergues, y garantizado, no dependiendo de la disponibilidad… La casa a cuestas sin peso. No cargamos con mochilas, tenemos avituallamiento al acabar cada etapa; nevera, cocina, botiquín, ducha, ropa limpia, salón, cama… Pudimos aparcar, dormir con vistas al mar, llenar depósitos, cargar baterías, sin ninguna dificultad durante toda la ruta. Aquí nuestro diario: DÍA 1 Vitoria – Murguía – Santander, en la maite. Salimos por la tarde, dos desde Vitoria y recogimos a dos más en Murgia, hicimos la compra de algunas cosas básicas con la previsión de poder desayunar en la maite cada día y no estar limitados a buscar bares pudiendo dormir en cualquier lugar e incluso comer algún día en la furgo. El espacio para guardar cosas y la nevera dan para mucho. La primera etapa salía de Santander por lo que esa noche llegamos allí a dormir, aunque antes nos dio tiempo de entrar al centro de la ciudad a tomar algo aparcando sin problemas en el Parking de la Estación de autobuses. Ese mismo día llegamos a ver un precioso atardecer en un acantilado donde ya instalamos la maite para hacer noche en el Parking “Playa Virgen del Mar”, a pocos kilómetros de la capital. DÍA 2 Ruta a pie desde el Parking “Playa Virgen del Mar” al Parking Playa “Canallave” junto al Bar “Al otro lado”. Dormir cuatro en la furgoneta fue mucho más fácil de lo que esperábamos, subimos el techo elevable y era como estar en dos habitaciones completamente independientes. Además, tener baño, enchufes para cargar móviles, etc. e incluso calefacción, que pusimos algún rato algún día ya que en abril en Cantabria las noches son frías. Una maravilla. Por la mañana nos levantamos viendo el mar, desayunamos dentro de la maite y comenzamos a andar. Un paseo muy bonito y sencillo. Aunque no es exactamente el que marcan las guías del peregrino, decidimos “adaptar” las etapas a la zona costera para disfrutar de los paisajes. Acabamos la ruta en Canallave, en un parking con unas vistas espectaculares donde hay un bar, “El otro lado”, donde se puede tomar algo o comer viendo el mar.  Desde ahí cogimos un taxi que nos llevó de vuelta al parking Virgen del Mar. Nos duchamos los cuatro en la maite. Mientras unos se acicalaban, el resto disfrutaba de unas cervecitas al sol en la mesa y sillas de la propia maite que se pueden poner fuera. Con la maite fuimos hasta Liencres para comer en el “Bellota y Garnacha”, donde nos habían recomendado (habíamos llamado ese mismo día para reservar aunque se suele llenar y conviene hacerlo con más antelación). Un sitio estupendo calidad-precio en el centro del pueblo, donde tampoco tuvimos problemas para aparcar en un parking grande a las afueras, a 5 min andando. Por la tarde, de nuevo en la maite nos acercamos al Club de Golf en medio de la Ría de Mogro a tomar un Gin Tonic a un bar al aire libre muy bonito con vistas la Ría “Avrile”. Y volvimos a dormir a la Playa de Canallave junto al Bar “Al otro lado” donde habíamos acabado la ruta a pie para empezar la del día siguiente desde el mismo sitio. DÍA 3 Ruta a pie desde el Parking Canallave a Mogro. La primera parte del camino la hicimos por la playa de las dunas que sale del propio parking y luego por el bosque entre pinos. Precioso camino por el Parque Natural. Luego un tramo de carretera hasta Boo de Piélagos donde sellamos en el albergue del centro del pueblo. Seguimos las indicaciones del Camino de Santiago y cruzando las vías del tren fuimos por senderos y carretera hasta Mogro. Bajamos hasta la playa para tomar algo en el Hotel que está en primera línea de playa. Cogimos taxi para recoger la maite y nos fuimos en ella a Suances. Aparcamos en el Camping y aprovechamos para vaciar/llenar depósitos y ducharnos esta vez en las instalaciones del Camping. Con la domótica de la maite todo es muy sencillo, anuncia cuánto queda, pulsando un botón se vacían aguas grises, etc. Fuimos a tomar el vermut en la zona del puerto (se puede ir andando desde el camping) y comimos paella de carabineros en “La Dársena”, también por recomendación. Por la tarde subimos al Castillo de los Locos donde paseamos por los acantilados y cenamos con preciosas vistas. DÍA 4 De Punta Ballota a Oreña acantilado. En esta etapa decidimos hacerlo al revés, en lugar de dejar la maite en origen y volver al final de la etapa a por ella, salimos por la

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Rutas

La vida fácil con maite

El pasado mes de marzo tuve el placer de poder alquilar una maite durante 3 días para viajar por Francia.  En las instalaciones de alegría-activity me explicaron el funcionamiento de esta Sprinter camperizada a la perfección. A simple vista pude comprobar que el sistema de control de todos los componentes se realizaba mediante una pantalla y era sencilla e intuitiva. Salimos desde Vitoria hasta San Juan de Luz  (Francia). Cuando me monté en el asiento de conducción, estaba un poco asustada porque nunca había conducido un vehículo de estas dimensiones, pero nada más ponernos en marcha me di cuenta de que la conducción era sencilla y cómoda, como la de un turismo estándar. Además, los límites de velocidad son iguales que los de cualquier coche, lo que hizo que pudiésemos hacer un viaje sin limitaciones. Conducir dentro de las ciudades, que a priori pensé que sería el mayor de los problemas, no resultó serlo, y mucho menos aparcar, ya que Francia está muy bien preparado para este tipo de turismos. Tras pasar la tarde en este bello pueblo costero fuimos hasta Capbreton para pasar la noche junto a la playa. Sin duda todo un cierto, porque despertarse con ese paisaje fue todo un lujo. Además, hacía frío fuera, pero pudimos desayunar calentitos dentro de la camper. Un café que nos supo a gloria para ponernos después rumbo a Burdeos. Ya en nuestro nuevo destino dejamos la furgoneta en un camping a las afueras, donde acabamos pasando la noche. Al día siguiente pusimos rumbo vuelta a España. De camino paramos en la Duna du Pilat y encontramos una zona muy bien acondicionada para estacionar Maite, comer disfrutando de las comodidades que ofrece y descansar antes de emprender el viaje de vuelta a casa. Conducir una furgoneta de estas características fue un gusto y poder dormir cada noche en la naturaleza, con todas las comodidades que podrías tener en una habitación de lujo, hizo la experiencia genial. El panel de motorización de cada elemento hace que sea sencillo su uso y aunque no teníamos experiencia con este tipo de vehículos, pudimos saber en qué estado se encontraba cada elemento en todo momento. La verdad es que espero poder repetir la experiencia pronto. Ahora que llega el buen tiempo, creo que intentaremos quitarnos la espinita de disfrutar también de la vida en el exterior de la Maite. El tiempo en Francia no lo permitió, pero seguro que pronto nos desquitamos y desplegamos el mobiliario fuera. Sin duda alguna, viajar es más fácil si lo haces en una maite

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Rutas

Que la fuerza de maite me acompañe

En los últimos quince años ha surgido y crecido un nuevo deporte, el trail running o correr por las montañas. Una cosa tan sencilla como calzarte unas zapatillas y correr ladera arriba y abajo ha generado una verdadera industria del deporte, con múltiples carreras de los estilos más variados, desde los explosivos kilómetros verticales hasta ultra trails de vértigo (carreras de más de 42 kms y que pueden llegar a 170 kms e incluso más). Personalmente me identifico más con estas últimas. No en vano, empecé a correr hace más de 10 años para poder disfrutar más en la naturaleza, conocer parajes nuevos y explorar nuevas sensaciones. Bajar por un sendero o una ladera, sorteando ramas o jugando a esquivar los árboles, genera una sensación de libertad plena. Al igual que si juegas a bailar con los pies al pasar por encima de las raíces y piedras. Pasar tantas horas seguidas en la naturaleza, en ocasiones con una noche e incluso dos de por medio, buscar los límites personales, ensimismarte con el amanecer, gestionar la mente en los momentos bajos o tirar y tirar hacia adelante sin desmayo son algunos de los ingredientes de los ultra trails para alimentar los espíritus inquietos, ávidos de nuevas experiencias. Es otra forma de conocernos, de sentirnos, de retornar fugazmente a la infancia.  Desde entonces cada ultra trail es un pequeño viaje, tanto de nuevos paisajes como de experiencias personales. De la misma forma que en cualquier viaje hay que cuidar todos los detalles para disfrutar lo máximo posible, el descanso antes de un ultra trail resulta imprescindible.   En esta línea de salida, en el Gran Trail Sobrarbe , sí tengo la certeza de llegar descansado. En la última semana apenas he corrido y he podido descansar y dormir plácidamente y la última noche, ya en Aínsa, especialmente bien. Confío, por eso, que la fuerza de Maite me acompañe. Afronto 70 kilómetros y 3.100 metros de desnivel positivo tras haber llegado el día anterior. Junto al Castillo de Aínsa hay un parking para campers y autocaravanas magnífico, posiblemente el mejor de Aragón. Bajo la atenta mirada del Monte Perdido y Peña montañesa, aparcamos la Maite plus antes de cenar y dejar preparado todo para el sábado. Afortunadamente hay espacio suficiente para que a esas horas de la mañana no me deje nada y me pueda preparar tranquilamente.  Antes de las 5:00 h. suena el despertador y siguiendo el ritual previsto, desayuno y preparo todo en el calor del hogar Maite, para dos horas después estar en la línea de salida. Tras una salida un tanto acelerada, intento dosificar porque ya tendré tiempo de apretar más, que quedan muchos kilómetros. Disfruto con las subidas iniciales, por las peladas lomas de esta zona y los senderos de Peña montañesa, a la que se le da la vuelta durante la carrera. En las bajadas me reprimo y no voy a tope, porque dos de ellas, de casi 20 kms, pueden llegar a fundir los cuádriceps, aunque también quiero probarme en una bajada de estas características, similar a la que espera en agosto, en la CCC del Ultra Trail del Mont Blanc. Si bien la carrera tiene un recorrido demasiado pistero, nos regala unas vistas preciosas del Sobrarbe, en la primera parte, y del macizo del Monte Perdido y las Tres Marías, en la segunda. También se transita por algunos pueblos interesantes, cincelados por los duros inviernos del Pirineo, que bien merecen una visita más pausada. Además, el Gran Trail Sobrarbe cuenta con la peculiaridad de que apenas se utiliza cinta de marcaje y se vale de las marcas de los PRs y GRs del Sobrarbe. Para los despistados como yo, esto significó unos 3 kms más de recorrido al no ver una señalización de un desvío… lo que me cuesta el correspondiente enfado conmigo mismo y algunas posiciones. Esto se olvida cuando se enfila la larga recta de meta, veo a la familia esperándome, con el ambiente festivo que se ha generado en la meta. Inconscientemente, parece que en los últimos kilómetros se realiza una balanza mental de lo vivido en las últimas 9 horas y el balance es altamente satisfactorio y la adrenalina hace su trabajo. Por eso, las emociones se condensan en el momento de cruzar la línea de meta, sobre todo cuando entro corriendo de la mano de mis hijos. Eso sí, enseguida comienzan con el cachondeo al haber quedado en el puesto 19 cuando les había retado con un top 10. Sin embargo, el objetivo principal de disfrutar en la montaña y conocer Peña montañesa se ha cumplido.  Tras la ducha y la cena, parece que el bajón viene de golpe y es el momento de descansar. Como el domingo pronostico que ya no me levantaré el primero, duermo en la parte superior de la camper. Un acierto. Porque así me despiertan con el aroma del café recién hecho y las galletas y bollos encima de la mesa. Con una noche reparadora y tras preparar las mochilas, movemos los asientos de la Maite Plus, plegamos y ordenamos todo rápidamente, para poder recorrer el Valle de Pineta. Los Llanos de la Larri nos esperan. Pero eso ya es otro capítulo… 

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Recetas

Cocinando con maite

El otro día contamos con una invitada muy especial, estuvimos visitando con Irati el dólmen de Sorginetxe en Arrízala donde nos demostró que en maite podemos cocinar una recetas increíbles. https://www.youtube.com/watch?v=F5SNKM5r-gU ¿Os ha gustado?, pues aquí os dejamos la receta: RISOTTO DE SETAS para 5 personas INGREDIENTES 400g de setas 500g de arroz 1L de caldo de verdura Sal Aceite de oliva Virgen Extra Grana Padano (para la versión vegetariana) Levadura de cerveza (para la versión vegana) Perejil PASOS: 1-Todo se va a cocinar en la misma sartén, por lo que se recomienda utilizar una sartén grande. Empezamos rehogando las setas y las cocinando unos minutos con un poquito de sal. Si vemos que no tenemos suficiente espacio en la sartén, añadimos la mitad de las setas, dejamos reducir, y añadimos la otra mitad. 2-Una vez las setas estén cocinadas, echamos el arroz crudo a la sartén y salteamos todo junto durante 5 minutos a fuego medio con un chorro de aceite. 3-Pasado ese tiempo, comenzamos a agregar el caldo de verduras y a remover. Puede que tengamos que añadir más sal, así que lo hacemos en este momento (yo le he echado 2 cucharadas), aunque podemos corregir a medida que vayamos cocinando. 4-Al arroz cuesta aproximadamente 30 minutos cocinarlo, por lo que será importante no parar de remover durante este tiempo. 5-Debemos agregar el caldo poco a poco, para evitar excesos. El arroz irá pidiendo líquido. Si fuese necesario agregar más caldo, la Maite cuenta con un dispensador de agua potable que podemos utilizar. Seguimos removiendo cada pocos minutos mientras mantenemos el fuego bajo. Repetimos el proceso hasta que consideramos que el arroz está cocinado. 6-Agregamos el queso rallado al gusto e integramos bien. Si fuese necesario, corregimos de sal. Si decidimos hacer la versión vegana, en lugar de queso agregaremos levadura de cerveza; solo que la textura no será tan cremosa. 7-Podemos añadir más queso o levadura por encima a la hora de servirlo, junto con un poco de perejil. Puedes ver otras recetas de Irati en su canal de youtube

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De ruta en una maite

Castilla y León El mejor plan es que no hay plan, lema de vida y fácil de aplicar cuando se dispone de una maite.  Improvisamos tres amigas un plan de un día para otro, ideas: algo de senderismo y naturaleza, turismo rural, visitar alguna ciudad, disfrutar de gastronomía y por qué no, salir a tomar unas copas alguna noche ¡un poco de todo! Cogimos la maite y pusimos rumbo a Ávila, ciudad que no conocíamos. Aparcamos junto a la muralla y casco antiguo y pudimos visitar a pie todo el centro histórico andando. Visita cultural, comida, paseo… Al anochecer nos montamos en la maite y nos acercamos a la Sierra de Gredos a dormir para hacer al día siguiente una ruta por la zona. Aparcamos en un parking (8RWG+82, 05634 Hoyos del Espino, Ávila) para caravanas (accesible, llano y tranquilo) en Hoyos del Espino, a 5km del inicio de la ruta del día siguiente y cenamos en la maite. Tras un buen desayuno en la maite fuimos al inicio de la ruta (San Juan de Gredos, 05633, Ávila) e hicimos un trecking de unas 5-6h hasta la Laguna Grande, parando en el refugio de la Laguna a tomar un caldo calentito. La ruta no resultó complicada aunque con desnivel sobre todo en la primera parte, el camino estaba bien señalizado pero el sendero era una vía romana por lo que era bastante pedregoso e incómodo. Hicimos ruta completa y circular porque aunque hacía frío, todavía no había hielo y nieve como puede ser habitual en la zona. Al acabar el trecking, nuestra idea era seguir recorriendo Ávila pero la previsión de lluvias nos hizo decidir en cuestión de minutos ir hacia la zona de Béjar, ¡ventajas de llevar la casa “sobre ruedas”! así que con la app “Park4Night” buscamos rápidamente un parking 4C (Carretera de Castañar 5, Béjar) a las afueras de la ciudad donde ducharnos, pasar la noche, vaciar y llenar depósitos de agua, etc. Y de paso visitar la ciudad y cenar. Al día siguiente, con Wikiloc buscamos una ruta más breve para hacer por la zona y aparcando junto a la Plaza de Toros de la ciudad (Béjar, 37700, Salamanca), iniciamos una ruta circular muy bonita por el bosque y río parando a tomar un refrigerio en Candelario, pueblo muy recomendable para visitar. Al finalizar la ruta, allí mismo en la maite, nos duchamos y comimos para por la tarde poner rumbo a Salamanca. En Salamanca aparcamos en Parking de Salamanca (Paseo de San Gregorio 48, Salamanca) cerca del centro al que simplemente cruzando un puente llegamos andando. Pudimos visitar la ciudad, descubrir los secretos más famosos de sus fachadas y disfrutar de sus bares y ambiente universitario nocturno. Cenamos en un bar de riquísimas tapas muy recomendable, el “Wine Lovers”. Al día siguiente, tras desayunar, pusimos rumbo a casa, habiendo disfrutado muchísimo de la experiencia una vez más y pensando ya en la siguiente escapada en una maite.

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Camino de Santiago en una maite

Camino del Norte Cantabria – De Santander a Comillas Camino de Santiago, ese gran reto al que todos antes o después queremos enfrentarnos y probarlo/nos. El año pasado nos lanzamos a la aventura e hicimos nuestras primeras etapas de la manera “convencional”, mochila, albergues y andar y más andar. Este año queríamos un nuevo reto, nos juntamos cuatro amigos con ganas de aventura y decidimos seguir aumentando sellos y etapas en nuestra cartilla de peregrinos pero en una maite durante los días de Semana Santa. El plan se antojaba atractivo pero también con incertidumbre ¿estaremos cómodos? ¿Cómo nos vamos a organizar cuatro personas dentro de una furgoneta? ¿Dónde aparcaremos? Pero todo resultó ser mucho más sencillo y los miedos se fueron en cuanto cargamos las maletas. Sí, sí, ¡maletas! Dejamos la mochila en casa, y con ella, los kilos de peso a la espalda. Primero nos planteamos llevar un coche de apoyo para poder hacer los cuatro cada etapa andando y poder volver a dormir a la maite aparcada en el inicio, es una alternativa viable, pero finalmente nos decantamos por coger taxi de vuelta al final de cada etapa. Entre cuatro, el coste es mínimo y en diez minutos venía a buscarnos donde decidíamos parar. Las mayores ventajas de hacer el Camino con la maite han sido sin duda: El plan es que no hay plan. No es necesario planificar con antelación. Cada día y sobre la marcha decides cuántos kilómetros andar, dónde y con qué vistas dormir… Nuestro espacio. Compartido, pero no con desconocidos como en albergues, y garantizado, no dependiendo de la disponibilidad… La casa a cuestas sin peso. No cargamos con mochilas, tenemos avituallamiento al acabar cada etapa; nevera, cocina, botiquín, ducha, ropa limpia, salón, cama… Pudimos aparcar, dormir con vistas al mar, llenar depósitos, cargar baterías, sin ninguna dificultad durante toda la ruta. Aquí nuestro diario: DÍA 1 Vitoria – Murguía – Santander, en la maite. Salimos por la tarde, dos desde Vitoria y recogimos a dos más en Murgia, hicimos la compra de algunas cosas básicas con la previsión de poder desayunar en la maite cada día y no estar limitados a buscar bares pudiendo dormir en cualquier lugar e incluso comer algún día en la furgo. El espacio para guardar cosas y la nevera dan para mucho. La primera etapa salía de Santander por lo que esa noche llegamos allí a dormir, aunque antes nos dio tiempo de entrar al centro de la ciudad a tomar algo aparcando sin problemas en el Parking de la Estación de autobuses. Ese mismo día llegamos a ver un precioso atardecer en un acantilado donde ya instalamos la maite para hacer noche en el Parking “Playa Virgen del Mar”, a pocos kilómetros de la capital. DÍA 2 Ruta a pie desde el Parking “Playa Virgen del Mar” al Parking Playa “Canallave” junto al Bar “Al otro lado”. Dormir cuatro en la furgoneta fue mucho más fácil de lo que esperábamos, subimos el techo elevable y era como estar en dos habitaciones completamente independientes. Además, tener baño, enchufes para cargar móviles, etc. e incluso calefacción, que pusimos algún rato algún día ya que en abril en Cantabria las noches son frías. Una maravilla. Por la mañana nos levantamos viendo el mar, desayunamos dentro de la maite y comenzamos a andar. Un paseo muy bonito y sencillo. Aunque no es exactamente el que marcan las guías del peregrino, decidimos “adaptar” las etapas a la zona costera para disfrutar de los paisajes. Acabamos la ruta en Canallave, en un parking con unas vistas espectaculares donde hay un bar, “El otro lado”, donde se puede tomar algo o comer viendo el mar.  Desde ahí cogimos un taxi que nos llevó de vuelta al parking Virgen del Mar. Nos duchamos los cuatro en la maite. Mientras unos se acicalaban, el resto disfrutaba de unas cervecitas al sol en la mesa y sillas de la propia maite que se pueden poner fuera. Con la maite fuimos hasta Liencres para comer en el “Bellota y Garnacha”, donde nos habían recomendado (habíamos llamado ese mismo día para reservar aunque se suele llenar y conviene hacerlo con más antelación). Un sitio estupendo calidad-precio en el centro del pueblo, donde tampoco tuvimos problemas para aparcar en un parking grande a las afueras, a 5 min andando. Por la tarde, de nuevo en la maite nos acercamos al Club de Golf en medio de la Ría de Mogro a tomar un Gin Tonic a un bar al aire libre muy bonito con vistas la Ría “Avrile”. Y volvimos a dormir a la Playa de Canallave junto al Bar “Al otro lado” donde habíamos acabado la ruta a pie para empezar la del día siguiente desde el mismo sitio. DÍA 3 Ruta a pie desde el Parking Canallave a Mogro. La primera parte del camino la hicimos por la playa de las dunas que sale del propio parking y luego por el bosque entre pinos. Precioso camino por el Parque Natural. Luego un tramo de carretera hasta Boo de Piélagos donde sellamos en el albergue del centro del pueblo. Seguimos las indicaciones del Camino de Santiago y cruzando las vías del tren fuimos por senderos y carretera hasta Mogro. Bajamos hasta la playa para tomar algo en el Hotel que está en primera línea de playa. Cogimos taxi para recoger la maite y nos fuimos en ella a Suances. Aparcamos en el Camping y aprovechamos para vaciar/llenar depósitos y ducharnos esta vez en las instalaciones del Camping. Con la domótica de la maite todo es muy sencillo, anuncia cuánto queda, pulsando un botón se vacían aguas grises, etc. Fuimos a tomar el vermut en la zona del puerto (se puede ir andando desde el camping) y comimos paella de carabineros en “La Dársena”, también por recomendación. Por la tarde subimos al Castillo de los Locos donde paseamos por los acantilados y cenamos con preciosas vistas. DÍA 4 De Punta Ballota a Oreña acantilado. En esta etapa decidimos hacerlo al revés, en lugar de dejar la maite en origen y volver al final de la etapa a por ella, salimos por la

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La vida fácil con maite

El pasado mes de marzo tuve el placer de poder alquilar una maite durante 3 días para viajar por Francia.  En las instalaciones de alegría-activity me explicaron el funcionamiento de esta Sprinter camperizada a la perfección. A simple vista pude comprobar que el sistema de control de todos los componentes se realizaba mediante una pantalla y era sencilla e intuitiva. Salimos desde Vitoria hasta San Juan de Luz  (Francia). Cuando me monté en el asiento de conducción, estaba un poco asustada porque nunca había conducido un vehículo de estas dimensiones, pero nada más ponernos en marcha me di cuenta de que la conducción era sencilla y cómoda, como la de un turismo estándar. Además, los límites de velocidad son iguales que los de cualquier coche, lo que hizo que pudiésemos hacer un viaje sin limitaciones. Conducir dentro de las ciudades, que a priori pensé que sería el mayor de los problemas, no resultó serlo, y mucho menos aparcar, ya que Francia está muy bien preparado para este tipo de turismos. Tras pasar la tarde en este bello pueblo costero fuimos hasta Capbreton para pasar la noche junto a la playa. Sin duda todo un cierto, porque despertarse con ese paisaje fue todo un lujo. Además, hacía frío fuera, pero pudimos desayunar calentitos dentro de la camper. Un café que nos supo a gloria para ponernos después rumbo a Burdeos. Ya en nuestro nuevo destino dejamos la furgoneta en un camping a las afueras, donde acabamos pasando la noche. Al día siguiente pusimos rumbo vuelta a España. De camino paramos en la Duna du Pilat y encontramos una zona muy bien acondicionada para estacionar Maite, comer disfrutando de las comodidades que ofrece y descansar antes de emprender el viaje de vuelta a casa. Conducir una furgoneta de estas características fue un gusto y poder dormir cada noche en la naturaleza, con todas las comodidades que podrías tener en una habitación de lujo, hizo la experiencia genial. El panel de motorización de cada elemento hace que sea sencillo su uso y aunque no teníamos experiencia con este tipo de vehículos, pudimos saber en qué estado se encontraba cada elemento en todo momento. La verdad es que espero poder repetir la experiencia pronto. Ahora que llega el buen tiempo, creo que intentaremos quitarnos la espinita de disfrutar también de la vida en el exterior de la Maite. El tiempo en Francia no lo permitió, pero seguro que pronto nos desquitamos y desplegamos el mobiliario fuera. Sin duda alguna, viajar es más fácil si lo haces en una maite

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Que la fuerza de maite me acompañe

En los últimos quince años ha surgido y crecido un nuevo deporte, el trail running o correr por las montañas. Una cosa tan sencilla como calzarte unas zapatillas y correr ladera arriba y abajo ha generado una verdadera industria del deporte, con múltiples carreras de los estilos más variados, desde los explosivos kilómetros verticales hasta ultra trails de vértigo (carreras de más de 42 kms y que pueden llegar a 170 kms e incluso más). Personalmente me identifico más con estas últimas. No en vano, empecé a correr hace más de 10 años para poder disfrutar más en la naturaleza, conocer parajes nuevos y explorar nuevas sensaciones. Bajar por un sendero o una ladera, sorteando ramas o jugando a esquivar los árboles, genera una sensación de libertad plena. Al igual que si juegas a bailar con los pies al pasar por encima de las raíces y piedras. Pasar tantas horas seguidas en la naturaleza, en ocasiones con una noche e incluso dos de por medio, buscar los límites personales, ensimismarte con el amanecer, gestionar la mente en los momentos bajos o tirar y tirar hacia adelante sin desmayo son algunos de los ingredientes de los ultra trails para alimentar los espíritus inquietos, ávidos de nuevas experiencias. Es otra forma de conocernos, de sentirnos, de retornar fugazmente a la infancia.  Desde entonces cada ultra trail es un pequeño viaje, tanto de nuevos paisajes como de experiencias personales. De la misma forma que en cualquier viaje hay que cuidar todos los detalles para disfrutar lo máximo posible, el descanso antes de un ultra trail resulta imprescindible.   En esta línea de salida, en el Gran Trail Sobrarbe , sí tengo la certeza de llegar descansado. En la última semana apenas he corrido y he podido descansar y dormir plácidamente y la última noche, ya en Aínsa, especialmente bien. Confío, por eso, que la fuerza de Maite me acompañe. Afronto 70 kilómetros y 3.100 metros de desnivel positivo tras haber llegado el día anterior. Junto al Castillo de Aínsa hay un parking para campers y autocaravanas magnífico, posiblemente el mejor de Aragón. Bajo la atenta mirada del Monte Perdido y Peña montañesa, aparcamos la Maite plus antes de cenar y dejar preparado todo para el sábado. Afortunadamente hay espacio suficiente para que a esas horas de la mañana no me deje nada y me pueda preparar tranquilamente.  Antes de las 5:00 h. suena el despertador y siguiendo el ritual previsto, desayuno y preparo todo en el calor del hogar Maite, para dos horas después estar en la línea de salida. Tras una salida un tanto acelerada, intento dosificar porque ya tendré tiempo de apretar más, que quedan muchos kilómetros. Disfruto con las subidas iniciales, por las peladas lomas de esta zona y los senderos de Peña montañesa, a la que se le da la vuelta durante la carrera. En las bajadas me reprimo y no voy a tope, porque dos de ellas, de casi 20 kms, pueden llegar a fundir los cuádriceps, aunque también quiero probarme en una bajada de estas características, similar a la que espera en agosto, en la CCC del Ultra Trail del Mont Blanc. Si bien la carrera tiene un recorrido demasiado pistero, nos regala unas vistas preciosas del Sobrarbe, en la primera parte, y del macizo del Monte Perdido y las Tres Marías, en la segunda. También se transita por algunos pueblos interesantes, cincelados por los duros inviernos del Pirineo, que bien merecen una visita más pausada. Además, el Gran Trail Sobrarbe cuenta con la peculiaridad de que apenas se utiliza cinta de marcaje y se vale de las marcas de los PRs y GRs del Sobrarbe. Para los despistados como yo, esto significó unos 3 kms más de recorrido al no ver una señalización de un desvío… lo que me cuesta el correspondiente enfado conmigo mismo y algunas posiciones. Esto se olvida cuando se enfila la larga recta de meta, veo a la familia esperándome, con el ambiente festivo que se ha generado en la meta. Inconscientemente, parece que en los últimos kilómetros se realiza una balanza mental de lo vivido en las últimas 9 horas y el balance es altamente satisfactorio y la adrenalina hace su trabajo. Por eso, las emociones se condensan en el momento de cruzar la línea de meta, sobre todo cuando entro corriendo de la mano de mis hijos. Eso sí, enseguida comienzan con el cachondeo al haber quedado en el puesto 19 cuando les había retado con un top 10. Sin embargo, el objetivo principal de disfrutar en la montaña y conocer Peña montañesa se ha cumplido.  Tras la ducha y la cena, parece que el bajón viene de golpe y es el momento de descansar. Como el domingo pronostico que ya no me levantaré el primero, duermo en la parte superior de la camper. Un acierto. Porque así me despiertan con el aroma del café recién hecho y las galletas y bollos encima de la mesa. Con una noche reparadora y tras preparar las mochilas, movemos los asientos de la Maite Plus, plegamos y ordenamos todo rápidamente, para poder recorrer el Valle de Pineta. Los Llanos de la Larri nos esperan. Pero eso ya es otro capítulo… 

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Cocinando con maite

El otro día contamos con una invitada muy especial, estuvimos visitando con Irati el dólmen de Sorginetxe en Arrízala donde nos demostró que en maite podemos cocinar una recetas increíbles. https://www.youtube.com/watch?v=F5SNKM5r-gU ¿Os ha gustado?, pues aquí os dejamos la receta: RISOTTO DE SETAS para 5 personas INGREDIENTES 400g de setas 500g de arroz 1L de caldo de verdura Sal Aceite de oliva Virgen Extra Grana Padano (para la versión vegetariana) Levadura de cerveza (para la versión vegana) Perejil PASOS: 1-Todo se va a cocinar en la misma sartén, por lo que se recomienda utilizar una sartén grande. Empezamos rehogando las setas y las cocinando unos minutos con un poquito de sal. Si vemos que no tenemos suficiente espacio en la sartén, añadimos la mitad de las setas, dejamos reducir, y añadimos la otra mitad. 2-Una vez las setas estén cocinadas, echamos el arroz crudo a la sartén y salteamos todo junto durante 5 minutos a fuego medio con un chorro de aceite. 3-Pasado ese tiempo, comenzamos a agregar el caldo de verduras y a remover. Puede que tengamos que añadir más sal, así que lo hacemos en este momento (yo le he echado 2 cucharadas), aunque podemos corregir a medida que vayamos cocinando. 4-Al arroz cuesta aproximadamente 30 minutos cocinarlo, por lo que será importante no parar de remover durante este tiempo. 5-Debemos agregar el caldo poco a poco, para evitar excesos. El arroz irá pidiendo líquido. Si fuese necesario agregar más caldo, la Maite cuenta con un dispensador de agua potable que podemos utilizar. Seguimos removiendo cada pocos minutos mientras mantenemos el fuego bajo. Repetimos el proceso hasta que consideramos que el arroz está cocinado. 6-Agregamos el queso rallado al gusto e integramos bien. Si fuese necesario, corregimos de sal. Si decidimos hacer la versión vegana, en lugar de queso agregaremos levadura de cerveza; solo que la textura no será tan cremosa. 7-Podemos añadir más queso o levadura por encima a la hora de servirlo, junto con un poco de perejil. Puedes ver otras recetas de Irati en su canal de youtube

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